¿Cuántas veces, al comprar/analizar/recomendar el gadget de turno nos han dicho aquello de «tú lo que eres es un vago, ya me dirás para qué necesitas eso»? Desde aquí quiero reivindicar todos aquellos inventos, aparatos y, en general, todo aquel uso de la tecnología que nos hace más fácil la vida, aunque sea sólo un poco.
Porque vago es el que deja de hacer cosas por pereza. El que, simplemente, busca la manera más cómoda de hacerlas no es un vago, es una persona eficiente.